domingo, 23 de agosto de 2009

34 semanas

Oficialmente Paloma tiene 8 meses y medio:

Mientras escribo no deja de moverse, todavía no se acomoda pero aún tiene tiempo y con el yoga y el ejercicio le vamos a ayudar, así que no me preocupo.
No me acuerdo cuanto mide pero sí lo que pesa: 2.20 kg.
En seis semanas Paloma estará con nosotros, y si las hadas de la bella durmiente se aparecieran les pediría que observaran a las mujeres de mi familia y que tomaran un poquito de cada una para dárselo a mi nena:
De mi mamá, les pediría esa fuerza que usó los últimos 20 años para sacar adelante a sus hijas, para mandarlas a Alemania, para mandarles así fuera a la India, una cajita con crema de cacahuate, para comprarles ropa, regalos, para aguantar a los jefes más pesados con tal de que a sus hijas y a sus nietas no les faltara nada, para educar a Linda y Tadeo ¡Qué fuerte es mi mamá que no ha descansado por nosotras!.
La fé de mi mamá, la idea de que todo sucede para bien, nunca la he oido quejarse, lo juro ¿cómo le hace? no sé, pero acepta todo de una manera que sólo la conozco en ella.
De koki es muy fácil, su tenacidad, nunca quizo una vida normal, de mexicana que se queda con las ganas y tomó la decisión de irse muy lejos de lo que más quería y formó una familia con dos niñas preciosas, ja, ja, ja, cuando digo que construyó su casa sola los demás pensarían que es una metaforita pero no, mi hermana construyó su casa con mucho trabajo, me tocó verla clavando, pintando, resanando, además de atender a sus dos reinas y trabajar en las mañanas, lo de Koki sería una historia de terror para una consentida, sólo ella sabe lo que ha tenido que hacer para salir adelante en otro país, mi hermana chula si Paloma tuviera la mitad de la tenacidad y fuerza de voluntad de Koki...
Alis es un caso muy especial, de las tres es la más independiente, es tan dulce y piensa tanto en los demás que me la imagino como un algodón de azúcar...pero al mismo tiempo es la única persona que conozco que es capaz de decir lo que piensa, la he oido gritarle vibora a una tía porque golpeaba a sus hijos, me ha dicho las cosas que debía oir y que a todos le daba pena decirme, me ha defendido y se ha defendido cómo nadie, ella no se anda con medias tintas, dice las cosas a tiempo y enfrenta a la gente cuando debe, mi hermana Alis no se aguanta ha sufrido y no tiene porque aguantarse, porque soportar, ja, ja, ja ay del que la haga enojar, ojalá que así sea Paloma.
Después viene tres panes de dios, tres reinotas que quisieramos tenerlas aquí con nosotras todo el tiempo.
Anna Pauli es una muñeca, es de porcelana, para todas Anna Pauli siempre va a ser como una estrella, hay tantas cosas de ella que quisiera para mi Paloma; no sé si es lo inteligente o lo sensible, no sé si es su andar de bailarina o su risa. No quiero que Paloma sea Anna Paula pero sí me gustaría verla con esa gracia innata de princesa de cuento que tiene Anna Paula.
La seguridad, la decisión y la testarudez de Emi, eso no se lo había visto a nadie y menos a alguién de 7 años...¡¿qué le pasa?! ¿cómo le hace? ¿qué sabe que todo lo decide tan rápido? qué no necesita tiempo para pensar...
Por último esta Elenita, que chiquita tan más bonita, tan más lista, el otro día estaba tocando el piano y parecía que estaba leyendo las partituras, ve los libros y los pasa hoja por hoja, ya reconoce los peces, las abejas, sabe como hace un caballo, un elefante y se obsesiona con los perros, nos tiene en sus manos porque hacemos lo que ella quiere.
Estas son las mujeres de mi casa, ¿sería mucho pedir que mi Paloma tuviera un poquito de cada una?

miércoles, 12 de agosto de 2009

Max



En menos de un mes dos de mis mejores amigos se fueron, al mismo tiempo creo que ellos eran los mejores amigos, si me acuerdo lloro, si Nacho se acuerda llora.
Después de Cone creí que nunca iba a poder llorar tanto por un animal, pero el viernes Max se durmió y ya no despertó, y entonces me di cuenta que no lloraba por un perro, lloraba por un amigo que los últimos seis años me recibió, me ladro, me besó y me acompaño cuando me sentía sola, entonces creo que lloraba un poco más por mí, por lo sola que me quedaba...
Me siento triste y sola, extraño sus ojos cafés, extraño sus ladridos, todavía espero que entre por la puerta, me cuesta trabajo.
Cuando tienes un perro como Max, como Vinicio, siempre tienes presente que son animales, que nunca te van a consolar, ni te van a decir lo mucho que vales, pero si las cosas no te salen como quieres, sabes que al llegar a la casa ellos van a estar ahí y te van a recibir con tanto gusto que mucho de lo malo se te va a olvidar, si estas llorando no se te van a acercar y te van a lamer como en las películas, lo más seguro es que sólo se echen a unos centímetros y se te queden viendo con sus ojotes brillantes y redondos esperando nada más, si tu quieres te van a dejar acariciarlos y se van a estar contigo hasta que se te pase. Si un día estas discutiendo o estas de malas, van a ser discretos, tal vez se escondan pero otra vez, les vas a ver esos ojotes brillantes y redondos esperando a que todo pase. Mmmm quiero a mi perro, quiero a mi conejo de regreso, quiero verlos jugando en mi patio quiero llegar y saludarlos, quiero darles galletas, acariciarlos…
¿Quién va a jugar con las luces? ¿Quién va a perseguir el reflejo de los espejos? ¿Quién va a tratar por horas de agarrar las piedras, los tabiques?
Por ahora no quiero saber nada de perros nuevos, me quedan Vinnie y Luka, pero el vacío aún es muy grande.
Nuevamente pienso el aquellos pobres que no han tenido la oportunidad de crecer con un perro, que no saben lo que es criarlos, lo que es sorprenderte hablando con ellos, contándoles cosas, nunca sabrán lo que es tener el cariño de alguien que verdaderamente lo único que espera es una caricia, un rato de juego, un abrazo.
Maxi y Cone no saben cuánto los extraño, cuánto quería que conocieran a Paloma.