Ahora sí comenzo la cuenta regresiva para mi vuelta al trabajo y uno de los pendientes es enseñarle a Paloma a tomar mi leche en botella, realmente no sé qué es lo que tenía que aprender, mi niña con hambre, rápido se pegó al chupón y se la acabó sin contratiempos.
A mí, he de confesar me agarráron unas ganas de llorar terribles, me doy cuenta cuánto la voy a extrañar y cuánto la quiero.
Mi mamá feliz porque es un pesito de encima menos.
Casi puedo oir las chupadotas que le daba a su botella!
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