sábado, 13 de agosto de 2011

Vinnie


Cuando Vinnie llegó a mi casa era pequeñito, pequeñito y negro, negro.
Apenas unos meses antes (en junio), había llegado Ananda y yo lo recibí con la idea de dárselos a Alis y a Oscar que regresaron de India, al final no lo quisieron y comenzó una discusión con Mamá Queta para que se quedara, fue Juan quien prácticamente obligó a Mamá Queta a que lo aceptará y fue así como empezó una relación de casi 10 años con el perro que llegó como labrador y después se convirtió en setter.
De un tiempo para acá la salud de Vinnie comenzó a menguar, todavía tengo fotos de él de hace un mes en las que se ve como lo que era: un perro grande, delgado y según yo, frágil.
Vinnie creció más de lo que esperábamos, mucho más, tenía las patas muy largas y delgadas, a la vista eso se ve elegaaaante pero, un perro que sabe de elegancia… a Vinnie la época de frío le provocaba dolor, un pisotón lo hacía llorar más de lo normal y nunca pudo verse como perro obeso, rechoncho, en cambio sus épocas de delgadez se notaban y asustaban al que no lo conocía de todos los días. Reconozco que siempre le tuve un poco de envidia, compartíamos la afición por el pan pero a él no se le notaba…
Tomé la decisión de dormir a Vinnie el 14 de julio de 2011, tenía 9 años 7 meses y una deficiencia renal que lo dejó en los huesos en un mes. Yo no soy nadie para hacer sufrir a un perro, lo quise como a cualquier miembro de mi familia, como con cualquier miembro de mi familia, tuve mis días buenos y malos con él, la gran mayoría fueron buenos, siempre me sentí orgullosa de su tamaño, su color: parecía el perro del diablo pero era un perro muy dulce, siempre me pareció un cachorro.
Paloma aún pregunta por él, estoy segura de que gracias a la relación que mi perro estableció con mi hija, y que para muchos no es lo correcto, Paloma tiene un sistema inmunológico más resistente, al mismo tiempo Paloma estableció el juego de alimentar a Vinnie, le daba las galletas en la mano y Vinnie como cualquier perro -sí se le da la oportunidad-, las tomaba sin agredir, eso quiere decir que también gracias a Vinie tengo una hija que ve la relación con los animales como algo natural, sin complicaciones y sin miedos…mi hija está muy lejos del “te va a morder” de las abuelitas de antes, mi hija sabe que los animales son como ella y que necesitan ser alimentados, abrazados y tomados en cuenta.
Agradezco la oportunidad de haber conocido a Vinnie y que él nos conociera, agradezco que Paloma tenga el recuerdo de su perro, agradezco las tardes con Paloma caminando con él a nuestro paso, echado en el patio con Paloma alrededor, echado en la puerta, lamiendo a Paloma.
No había querido escribir, el hecho de que no llore todos los días por mí perro, no quiere decir que no lo extrañe, lo extraño muchísimo, es la primera vez en unos 20 años que no hay perro en la casa, ayer dejé la comida en la ventana y no tuve que cuidarla, en realidad no es un logro.
Vinnie tuvo una vida feliz, compartió los primeros años de su vida con Rico, Ananda, los últimos con Max y Luka y el último lo paso solo. Creo que todos lo disfrutamos mucho, claro como todos los perros tenía sus formas de ser insoportable y sí decidía estar de encimosito lo mejor era darle un paseo en la calle.Vinnie como Rico y Max son perros insustituibles.
El último año con Vinnie fue como si tuviera un viejo amigo conmigo, ya no se interesa por jugar, sólo estába ahí compartiendo tu vida y tu comida, claro aprovechando siempre que se podía para estar presente en tu espacio.
El tener un perro es una tarea difícil, por el momento no podemos criar un perro, tengo una bebé en casa y no podría con dos, no tengo tiempo para dedicarle y tampoco quiero que Paloma se acostumbre a la idea tan mexicana de tener un perro prisionero y mal atendido como en determinados momentos lo sufrieron Rico, Max, luka y Vinnie porque sí aunque los amaba con todo mi corazón a veces es difícil atender a todos.
En este momento establecer una relación con un perro me resulta imposible, le decía a Nacho que me cuesta trabajo pensar en conocer a otro perro no solo cuidarlo, sino que estoy cerrada ante la posibilidad de alcanzar ese estado de madurez en la relación, en la que ya sabes lo que esperas de él, ya sabes lo que necesita, te obedece, camina contigo, la tranquilidad de estar juntos, las rutinas, comenzar una relación con un cachorro no se me antoja…creo que es necesario dejar pasar el tiempo, todos tenemos que crecer un poco más antes de adquirir un compromiso de ese tamaño.

1 comentario:

Koki dijo...

Ya nos hacia falta saber de ustedes, hermanita, que tiempos dificiles pasamos, pero mira la recompensa de hoy dia...es increible tanto amor. Yo lo veo en mis hijas, enustedes, enmi esposo,todo lo que paso lo teniamos que vivr, son etapas de las que aprendemos, tal vez no en el momento, pero despues. Que cosas, la despedida de Vini, es como el cierre de un ciclo, mira a hora como te ves!!! Estas radiante, en una etapa de esplendor! y me da tanto gusto que seas conciente de este tiempode bendiciones de tanto amor, te quiero muho hermana mia!