Hola después de muchos días de apatía me acerco el blog para recuperar algunas imágenes de los últimos meses.
¿a qué se debe la apatía? Terrible que mi reencuentro con el blog sea a través de un post tan negativo, pero en fin debo explicarlo.
Es oficial, el invierno no me gusta.
¿Se acuerdan de todo lo bonito que he dicho de la primavera, el verano y el otoño? Bueno pues con el invierno naa e naa, el invierno esta asociado con la navidad pero en realidad entra a dos días de la fiesta y más bien pasamos los siguientes dos meses y medio con una cruda moral, frío y sin dinero. Pienso un poco en aquel que te engatuza para una fiesta gacha, te deja ahí sin conocer a nadie, se va y tu te quedas pegado a las botanas el resto de la noche, o en esos días del Ashram que mi mamá me llevaba al canto y luego ahí me dejaban haciendo seva de cocina, de trastes...no me estoy quejando, pero sí en medio de tantas ollas, en un momento me preguntaba ¿cómo me dejé envolver?
Yo no nací para el frío, no me gusta, me molesta la estrategia de la cebolla, por sí alguien no lo ha notado mido 1.52 mts es decir esa imagen de las mil capas para combatir el frío no es para mí, a riesgo de que quiera parecer Alushe o un Ewok, claro. Alis con sus botas Ugg se ve de lo más way o Koki con su súper puffabrigo parece la mismísima señorita cometa…yo con cualquiera de esas dos prendas corro el riesgo de perder la poca autoestima que aún me queda.
Bueno volvamos a que a mí no me gusta el frío, me duelen mis deditos, mis piernitas, a mi me gusta sudar, andar pegajosa, me choca el agua fría, titiritar, el vaho de mi aliento, el aire frío que hace que te arda la cara.
El frío limita tus movimientos, con tanto suéter no puedo correr, doblarme, no me quiero ensuciar, porque la ropa de invierno es “más elegante”. Ni hablar del baño…¿hay algo peor que el quedarse sin gas una mañana de enero? Pasas el resto de tu día AZUL se los juro y así como entumida. Yo con el frío me jorobo más, no me puedo estirar ni andar 100% derecha, es como si mi cuerpo se enconchara para evitar la entrada de aire.
NOTA: que conste que estoy hablando por mí, ya saben que soy una chilletas de primera y que con nada hago un drama (“eres virgo” diría mi dulce hermana Alis) no quiero pensar en mi increíble hermana Koki que pasa el invierno y parte de la primavera con un frío canijo. Mi cerebrito no registra la posibilidad de una vida en tales condiciones. Mi cerebro y mi cuerpo registran hasta los 0°C y gracias a Dios no han tenido que ser puestos a prueba a temperaturas más bajas “¿Qué necesidad? diría el bardo de Cd. Juarez”.
Este año especialmente nos regresaron muy pronto a laborar, el 02 de enero sin saber cómo, ya estábamos todos sentados en nuestro escritorio, hay quien todavía olía a crudo (yo no, pero no por eso tenía mejor semblante) y si nos preguntan creo que nadie recuerda qué pasó esa semana, es como si la hubiéramos pasado flotando, lo siento pero es la verdad, ya hasta la semana del nueve tomamos conciencia de nosotros.
Este año a lo mejor no hizo tanto frío ¿o sí? Yo sentí mucho y además me pegó una infección como nunca antes en mi vida, empecé el miércoles con una tos bien seca, y el jueves tuve fiebre, el viernes ya era un zombie caminaba así como que de lado y tenía la vista perdida. Lo bueno que teníamos mucho trabajo así que no hubo reunión con Male porque sí encima de todo me hubiera tocado sesión de monólogo con mi jefecita santa, ahí si mi pego un tiro. De plano estuve en calidad de bulto hasta el domingo en la noche.
Bueno pues todavía nos quedan casi dos meses para el equinoccio de nuestra primavera bendita así que a seguirle.