Lo que no me
importaría cambiar
Mis pantalones de
pitillo, no me sientan nada bien, pero me los voy a acabar y NUNCA, nunca
jamás compraré otros.
La carne, ya no
quiero comer carne, pero a veces es la opción más fácil y miren que el
domingo pasado comimos unos bisteces marinados, riquísimos.
La telenovela de
las 9:30, bueno un día tiene que acabar.
Las distancias,
Nacho sale a las 5:30 de la casa y regresa a las 8:30 pm.
El hartazgo que
nos dejaron las elecciones federales, el robo expuesto, mis impuestos pagando
la buena vida de tanto parásito, hablando de políticos, de vendedores
ambulantes y de taxistas pirata, nadie se salva.
Este
no fue el mejor año de nuestro país, seguimos igual de pobres
|
Lo que llena mi
vida:
Paloma gimnasta,
cantante, peleonera, bailarina, princesa, hablando inglés, columpiándose de
lo que encuentre: la caminadora, su columpio en la sala, sus abrazos sus
besos, mi gatita chiquiona.
Nacho Nada, ni
nadie es más, ni yo, podemos interferir en esta hermosa relación padre-hija.
Ver películas el
sábado por la noche, estas dos últimas semanas las cambiamos por Olimpiadas.
Los barnices de
colores
Chapultepec
El agua simple
Un café los
domingos en la mañana con mi panzote dulce
Mis botas de agua,
este es su último año, pobrecitas quedaron bien parchadas.
Mis colores, mis
libretas y mis lápices.
Los blogs y
aplicaciones sobre paletas de color
La autobiografía
de Darwin ¡qué tipazo de verás! Siempre estuve preocupada porque ¿Qué iba a
decir el día que alguien me preguntará que personaje histórico me gustaría
ser?
Mi única respuesta
era Jane Austen y sentía que no tenía el suficiente peso pero ahora si pienso
que la Inglaterra victoriana es lo mío porque sin dudarlo pensaría en Charles
Darwin, sí señor sin dudarlo digo que me hubiera gustado ser Charles Darwin.
El CENDI de Paloma
Las cerezas de
nuestro verano
Comer pepitas me
relaja…ja, ja, ja, ja termino con la boca de churrito
Instangram, tratar de recuperar el
blog
|
sábado, 18 de agosto de 2012
Lo que nos hacía felices en el 2012
Espero vivir muchos años para poder contarte muchas cosas, es un experimento que espero hacer cada año:
La culpa era de la pastilla
Uy!
Estoy a días de hacer dos meses sin postear y me obligaré a escribir algo
porque tampoco quiero que Paloma lea un mes más perdido en el quién sabe qué
hicimos hasta agosto del 2012…
No
sé, ha sido un mes difícil, creo que es como que en estos días se juntaron
varias cosas que normalmente siempre están en la vida de todos en baja
intensidad y ahora si aunque de a poquito ya hicieron un buen montoncito.
Todos
pensamos que ahora que los programas ya están publicados, más todo ese relajo
de la veda electoral que no permitió reuniones ni intercambios con otras
instituciones y maestros, iban a provocar una relativa calma en el área; pero
no, resulta que desde que comenzó el año estamos en una dinámica un tanto
pesada: revisando materiales, asignaturas estatales, elaborando secuencias
didácticas con sus correspondientes reuniones con todo el equipo para discutir
y discutir y no llegar a nada, no sé cómo pero ya tenemos dos boletines
publicados y además el nivel del área sigue aumentando y hay que seguir
leyendo. A las últimas semanas se sumo la tercera revisión de las asignaturas
estatales, que fue eterna, por supuesto el estrés de Male se triplicó y bueno
ahora sí parecía alma en pena. Lo mejor de todo lo relacionado con el trabajo
es que ya nos cambiamos…estamos en el corazón de Reforma entre el monumento a
Cuauhtémoc y la glorieta de Colón, nuestro edificio esta justo entre el Hotel
Emporio y el Fonart, así que a pesar de la locura en la que nos metió, estamos
súper a gustito
Comencé
a leer el mes pasado ¿qué es esa cosa llamada ciencia? Y no he pasado de la
página 50…
Después
de dos años siete meses de tomar la misma PA, me doy cuenta que existen altas
posibilidades de que esta minúscula pastillita haya sido la que me causó tantos
desordenes fisiológicos, tomé la decisión de dejar de tomarla y comencé el
tratamiento con otra mucho más amigable.
Desde
hace varios, varios meses no podía dejar de sentirme cansada, pero al mismo
tiempo no podía dormir, siempre tenía hambre, en el trabajo hacía dos comidas y
dos colaciones, más lo que llegaba a cenar en la casa, hasta diciembre que
amamanté pues se entendía, pero ya habían pasado seis meses de eso y el hambre
continuaba. Bueno tampoco vamos a negar que la vida de una madre es más agitada
de lo normal y creo que si no comiera cómo como, definitivamente no daría el
ancho para seguirle el paso a Palomita, al trabajo y a la casa, pero bueno aun
así no peso los 70 y tantos kilos que debería pesar. Comencé a ir al gym hace
tres meses y aunque el sistema de CURVES es una cosa maravillosa y terrible al
mismo tiempo, no he vi los resultados que esperaba…buuuu ja, ja. Para
acabarla de amolar mi periodo me duraba hasta dos semanas y si bien no tenía
los cólicos tan dolorosos si era súper incómodo.
Entonces
me dí a la tarea de leer un poco más sobre la mentada pastillita y resulta que
por el tipo de hormonas que ingieres, son las más amigables con la lactancia,
el problema es que sí genera un montoncito de desordenes en todo el organismo
que a la larga lo único que muchas mujeres agradecen es el momento en que dejan
de ingerirlas.
En
varios foros leí las experiencias y válgame dios en cuánto coincidimos, las
irregularidades, el aumento de peso, el hambre, la retención de líquidos, entre
otras cosillas. Obviamente sin dudar decidí descansar un mes de mi PA y más
adelante regresé a la opción de toda la vida.
A los dos meses
de cambiar de tx las cosas mejoraron muchísimo, en varios aspectos,
definitivamente dejamos el GYM hace dos meses, el sistema es buenísimo pero es
súper, súper pesado; en esa media hora haces demasiado; yo tengo mi teoría de
que es para chavas súper solteras que pueden cansarse tanto y llegar a su casa
a dormir, para mí era muy difícil salir der work y llegar a la casa como si
nada a atender los deberes de la segunda jornada. Además pues claro que te daba
un chorrísimo de hambre porque en lo ideal quemas de 450 a 500 calorías por
sesión lo cual sabemos que es mucho, then para compensar pues el cuerpo te
pedía algo. Les diré que lo extrañe, pero desde que dejé la pastilla ni tengo
tanta hambre además los días que mi hermana Alis estuvo en la casa, me
sirvieron un montón porque perdí el hábito de cenar y he estado bajando, lo que
no pude bajar en el Gym, estoy contenta, más lento pero más seguro.
En conclusión las
hormonas de las mujeres son algo maravilloso, gracias a ellas tenemos el súper
poder de desarrollar un ser vivo en nuestro cuerpo, alimentarlo y además darle
pecho una vez que nacen, pero bueno pues tiene sus malas ondas porque son muy
sensibles…
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