sábado, 18 de agosto de 2012

La culpa era de la pastilla


Uy! Estoy a días de hacer dos meses sin postear y me obligaré a escribir algo porque tampoco quiero que Paloma lea un mes más perdido en el quién sabe qué hicimos hasta agosto del 2012…
No sé, ha sido un mes difícil, creo que es como que en estos días se juntaron varias cosas que normalmente siempre están en la vida de todos en baja intensidad y ahora si aunque de a poquito ya hicieron un buen montoncito.
Todos pensamos que ahora que los programas ya están publicados, más todo ese relajo de la veda electoral que no permitió reuniones ni intercambios con otras instituciones y maestros, iban a provocar una relativa calma en el área; pero no, resulta que desde que comenzó el año estamos en una dinámica un tanto pesada: revisando materiales, asignaturas estatales, elaborando secuencias didácticas con sus correspondientes reuniones con todo el equipo para discutir y discutir y no llegar a nada, no sé cómo pero ya tenemos dos boletines publicados y además el nivel del área sigue aumentando y hay que seguir leyendo. A las últimas semanas se sumo la tercera revisión de las asignaturas estatales, que fue eterna, por supuesto el estrés de Male se triplicó y bueno ahora sí parecía alma en pena. Lo mejor de todo lo relacionado con el trabajo es que ya nos cambiamos…estamos en el corazón de Reforma entre el monumento a Cuauhtémoc y la glorieta de Colón, nuestro edificio esta justo entre el Hotel Emporio y el Fonart, así que a pesar de la locura en la que nos metió, estamos súper a gustito
Comencé a leer el mes pasado ¿qué es esa cosa llamada ciencia? Y no he pasado de la página 50…
Después de dos años siete meses de tomar la misma PA, me doy cuenta que existen altas posibilidades de que esta minúscula pastillita haya sido la que me causó tantos desordenes fisiológicos, tomé la decisión de dejar de tomarla y comencé el tratamiento con otra mucho más amigable.
Desde hace varios, varios meses no podía dejar de sentirme cansada, pero al mismo tiempo no podía dormir, siempre tenía hambre, en el trabajo hacía dos comidas y dos colaciones, más lo que llegaba a cenar en la casa, hasta diciembre que amamanté pues se entendía, pero ya habían pasado seis meses de eso y el hambre continuaba. Bueno tampoco vamos a negar que la vida de una madre es más agitada de lo normal y creo que si no comiera cómo como, definitivamente no daría el ancho para seguirle el paso a Palomita, al trabajo y a la casa, pero bueno aun así no peso los 70 y tantos kilos que debería pesar. Comencé a ir al gym hace tres meses y aunque el sistema de CURVES es una cosa maravillosa y terrible al mismo tiempo, no he vi los resultados que esperaba…buuuu ja, ja. Para acabarla de amolar mi periodo me duraba hasta dos semanas y si bien no tenía los cólicos tan dolorosos si era súper incómodo.
Entonces me dí a la tarea de leer un poco más sobre la mentada pastillita y resulta que por el tipo de hormonas que ingieres, son las más amigables con la lactancia, el problema es que sí genera un montoncito de desordenes en todo el organismo que a la larga lo único que muchas mujeres agradecen es el momento en que dejan de ingerirlas.
En varios foros leí las experiencias y válgame dios en cuánto coincidimos, las irregularidades, el aumento de peso, el hambre, la retención de líquidos, entre otras cosillas. Obviamente sin dudar decidí descansar un mes de mi PA y más adelante regresé a la opción de toda la vida.

A los dos meses de cambiar de tx las cosas mejoraron muchísimo, en varios aspectos, definitivamente dejamos el GYM hace dos meses, el sistema es buenísimo pero es súper, súper pesado; en esa media hora haces demasiado; yo tengo mi teoría de que es para chavas súper solteras que pueden cansarse tanto y llegar a su casa a dormir, para mí era muy difícil salir der work y llegar a la casa como si nada a atender los deberes de la segunda jornada. Además pues claro que te daba un chorrísimo de hambre porque en lo ideal quemas de 450 a 500 calorías por sesión lo cual sabemos que es mucho, then para compensar pues el cuerpo te pedía algo. Les diré que lo extrañe, pero desde que dejé la pastilla ni tengo tanta hambre además los días que mi hermana Alis estuvo en la casa, me sirvieron un montón porque perdí el hábito de cenar y he estado bajando, lo que no pude bajar en el Gym, estoy contenta, más lento pero más seguro.

En conclusión las hormonas de las mujeres son algo maravilloso, gracias a ellas tenemos el súper poder de desarrollar un ser vivo en nuestro cuerpo, alimentarlo y además darle pecho una vez que nacen, pero bueno pues tiene sus malas ondas porque son muy sensibles…

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