Mi mamá tiene dos garrafones de agua y Paloma no los suelta, uno es Anna Paula y el otro es Emiliana, jugó toda la tarde con ellas, las subió a los bancos, platicó con ellas...
Cuando mi mamá se los pidió para guardarlos se negó rotundamente, seguían jugando.
Además de Anna Pauli y Emiliana, Alexis también viene a jugar, es muy bueno con Paloma, le ayuda, corren en el patio, baila muy bien, ven la tele juntos y siempre hay que hacerle un lugar en la mesa y en sillón. Come poco pero también hay que servirle su porción. Creo que cuando Paloma se cansa de Aexis lo convierte en Ángel, al parecer un niño insoportable que rompe las cosas de Paloma, le dice que ella no es la princesa y que su papá no puede casarse con ella, le quia los libros y tira la comida. Paloma no lo soporta y tengo que regañarlo mucho porque se porta muy mal.
Qué pensamos de que tengas amigos imaginarios? Nos gusta, parece que tu imaginación es estimulada, inventas muchas cosas y creo que en Alexis reflejas lo bueno que haces, con Ángel creo que es una forma de autoregularte, reconociendo lo que NO debes hacer y acusas antes de que nos demos cuenta.
Te amamos Paloma.
Las amamos Anna Paula y Emiliana
jueves, 16 de mayo de 2013
viernes, 10 de mayo de 2013
Día de la madre 2013
El primer día que me sentí mamá fue el jueves 04 de junio de 2009, había mucho trabajo y estábamos es una reunión de sexualidad en el Hotel Melia. Tenía 6 meses de embarazo y Paloma ya había comenzado a moverse desde el tres de mayo, en un momento sentí un poco de dolor y me senté, un rato después me volvió dar una punzada y cuando fuí al baño, las cosas no andaban bien.
Me espante un poquito y comencé a llorar, me acuerdo que cerré los ojos y comencé a decir en voz alta: "¿Qué pasó Palomita?" "Por favor Palomita, por favor, quédate conmigo" "Te juro que no vuelvo a arriesgarme Paloma, ya entendí" y me dí cuenta que mi hija a la que todavía no le había visto la cara, ya era lo más importante para mí y que la más mínima posibilidad de no poder tenerla, me generaba una angustia terrible, como nunca la había experimentado (y miren que soy experta en angustiarme).
Si se fijan mis ojos siempre están viendo para abajo, mi mejor libro no existe, mi mejor canción son las que me recuerdan a Paloma, a Alicia García, a Elena, Anna Paula, Ansgard, Emilianna, Georgina y Alicia. Mi mundo es chiquito, chiquito, mi mundo son ellas y ellos y cuando alguno no anda bien mi corazón se acongoja y siento ese dolor, no es dolor es como sí el corazón se me hiciera chiquito, como que me aprieta.
Mi trabajo es privilegiado pero a veces lo odio, a veces estoy en el trabajo y quiero irme a mi casa a leerle un cuento a Paloma, quiero llevarla al parque, quiero jugar con ella, quiero no estar cansada...pero qué derecho tengo yo a quejarme de algo que TODAS hacemos, todas cuidamos lo mejor que podemos, todas damos lo mejor de nosotras y todas nunca acabamos, todas dejamos de ser nosotras mismas y comenzamos a preocuparnos por un futuro lejano, todas vamos a diferentes lugares pensando en los que dejamos, todas rogamos porque quienes los atienden los vean como a sus propios hijos, todas esperamos que un rayo baje del cielo e ilumine a quienes nos gobiernan, les ablande el corazón, nos vean como seres humanos...todas amamos profundamente y todas quisiéramos estar en nuestras casitas, grandes o pequeñas abrazando y besando a nuestros retoños...
Pero tomamos la difícil decisión de ser madres, decidimos hacer a un lado todo y nos aventamos al ruedo, dejamos atrás la comodidad.
Después tuvimos que volver a escoger: me quedo en la casa, dedico todo el tiempo a acompañar a mi muñeca/o pero acepto que dependo económicamente de alguien y que tendré algunas o bastantes limitaciones (seamos realistas estamos en México y son muy pocas las que tienen chequera abierta) o me voy a trabajar, contribuyo al gasto familiar pero me pierdo de 8 o 9 horas de la vida de mis hijos.
Ninguno de las dos es lo que esperamos, pero esa es la vida de quien decide ser madre en el siglo XXI, aquí, en Alemania o en China. Aún así nuestra vida es tan increíble tan maravillosa, tan cierta y tan llena de emociones como nunca lo había sido, lo juro.
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