Mi blog lo dedico a lo más importante en mi mundo, no hay post en el que no las mencione, mi mamá, Koki, Alis, Anna Pauli, Emiliana, Elenita y ahora a la bella Paloma mi tesoro, mi vida y mi alma.
Pero creo que no he sido muy justa es más, he sido totalmente desagradecida con otro grupo de mujeres que me acompañaron en tantas cosas: mis amigas.
De hecho soy muy mala amiga, por mi vida han pasado mujeres increibles, fuertes, buenas, creativas, trabajadoras y dulces a las que decidí olvidar y a las que no les dediqué el tiempo que debí hacerlo y ahora me arrepiento, desde el fondo de mi corazón y con toda tristeza me duele no haber tratado de contactarlas, me duele no saber nada de Gabi, de Olga, de Tere Murillo y de Lulú.
Apenas hace un tiempecito volvía a ver a Tere, a pesar de ser mi prima, de haber crecido juntas y de compartir tantas cosas en la niñez, no sé nada de ella, Tere por mucho tiempo fue más mi amiga que mi prima, no fuí a su boda, no estuve con ella cuando su mamá falleció, no sé cómo se siente, no sé si necesita algo. Tere se reía de todo, Tere era nuestro As bajo la manga en las olimpiadas, en los juegos y en el relajo era la más tímida de todas, bueno eso aparentaba porque aaah! cómo nos reíamos.
Hoy Tere me contó algo terrible: Lorena falleció, tenía una hija de 8 años, 30 años y era química.
Lorena fue mi eslabonera en Cadena por casi 4 años, era una niña felíz, coqueta, enamoradiza y muy aventada, me recuerda a mi hermana Alis, se enojaba sí perdíamos, me regañaba, se peleaba, trabajaba mucho por todas nosotras pero exigía respuestas, lloraba cuando se enojaba y defendía a su familia como todas, adoraba a Claudia su hermana y a su mamá, Lorena estaba enamorada del cache. Lorena como Lulú, las dos Teres, Gabi Villalba y Angélica fue mi mejor amiga por 4 años.
No sé si vale la pena arrepentirse, pero me choca que pase esto, cómo me pude olvidar de estas mujeres, porque nunca le hable? qué me costaba? Lorena ya no está y no puedo hacer nada más que llorar y acordarme de lo bien que la pasamos y de cuanto nos divertimos. Perdí la oportunidad de volver a ver esos ojotes, de escuchar esa risa escandalosa, de recibir un pellizco no me puede pasar otra vez.